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UTILIZADO EN PELEAS CALLEJERAS Y AHORA CON NUEVA OPORTUNIDAD DE VIDA



Su triste destino ya estaba escrito, era una muerte despiadada en el bulevar Cucapah de Tijuana, sin embargo, el corazón de la
joven Arantxa le dio un cambio a la historia de un perrito atropellado que además presentaba huellas de ser utilizado en peleas ilegales, y ahora ha encontrado el afecto que tanta falta le hizo desde cachorro. 

Fue el primer día del 2022, cuando Arantxa circulaba en el complicado bulevar, a lo lejos se percató que algo se revolcaba, y era visible por  las luces de la vialidad y las de los automóviles frontales, al irse acercando vio que era un perro de la raza pitbull suplicando por piedad . 

“Me detuve con las luces de emergencia y para eso se detuvo el tráfico, y era una situación muy complicada, los automovilistas insultándome, tocando el claxon y una falta de empatía total ante la situación, pero si lo dejaba allí era lógico que lo iban a Matar, algo me movió a ayudarlo, lloraba sin parar”, relató Arantxa.  

Agregó que otro perro más estaba cruzando de un lado a otro tratando de ayudar al pitbull, pero ella no pudo resguardarlo debido a la situación del resto de automovilistas que espantaron al animal y lo hicieron huir. “Me sentía temerosa pero con ganas de ayudar al pitbull, sé que es un perro grande y una mordida me podría hacer mucho daño, él lloraba cada que trataba de moverlo pero finalmente una persona que estaba allí me ayudó a moverlo a la banqueta”. 

Cuando la joven logró subir al perrito a su vehículo, el siguiente paso fue buscar ayuda veterinaria, pero por ser una fecha de asueto no fue tan fácil, no obstante, a través de las redes sociales le recomendaron una veterinaria 24 horas. “Fui a una veterinaria de nombre profauna, donde de entrada ya se necesitaban 3 mil pesos por hospitalización, además los costos comenzaron a elevarse porque sin consentimiento hicieron pruebas de rayos x, y suministros de medicamentos y la cuenta corría”. 

El caso lo expuso en redes sociales, y amantes de los animales al conocer la historia fueron solidarios y apoyaron económicamente con donativos, el problema comenzó a agravarse cuando los costos del hospital inicial  se estaban incrementando, además solicitaban una cirugía de más de 20 mil pesos. “Gracias a mucha gente que supo del caso y que se sumó a la  ayuda  junto a mi amiga Denisse me recomendaron cambiarlo de clínica, y lo recibieron en el Hospital de Perros y Gatos del Dr. Ackerman”. 

El sentir humano y el amor por los animales del veterinario fueron fundamentales para la operación de pitbull, al que han bautizado con el nombre de Brad, quien presentaba huellas de maltrato, desnutrición, lesiones ocasionadas por mordeduras de otros perros, posiblemente con los que era provocado a pelear, hoy su evolución es progresiva y se encuentra bajo el cuidado de la joven en un departamento con 5 gatos y una niña de 7 años. 

“Recibir cariños es como algo nuevo para él, me sorprende tanto que un perro súper descuidado no es un perro agresivo, recibe a todos de buena manera. Lo sigo cuidando y dando sus medicamentos cada 12 horas y mantiene una buena evolución, debido al espacio que tengo si me gustaría que tuviera la oportunidad de tener un lugar más grande y pudiera ser adoptado, no sería egoísta con eso, pero si no hay alguien que realmente lo cuide yo lo haré”, puntualizó. 

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